Juan Manuel Navarro, pastor de Caravaca, advierte: menos ovejas, más peligro de incendios
PABLO GONZÁLEZ.
El censo ganadero de este año se ha reducido un 10 %, con un millón quinientas mil cabezas menos, y eso perjudica a nuestros montes, porque las ovejas son las mayores deforestadoras que hay, y llegan a sitios donde los humanos no llegan, reduciendo el riesgo de incendios. Así lo dice Juan Manuel Navarro, pastor de Caravaca de la Cruz.
Navarro señala que el consumo de pasto de una oveja en el monte es de entre dos kilos y medio y tres kilos, deforestando el monte, y eso se nota. Cuando se reducen esas ganaderías en montes o sitios que tienen bastante vegetación, en cuestión de un año o dos años se nota como se van cerrando los montes, lo cual es un peligro muy grande.
Navarro señala que es una pena ver las ovejas muertas de esos ganaderos que llevan toda su vida trabajando por esos animales y esos montes. "Y da miedo ver lo que está pasando. Se deben dar muchas más ayudas para que se sigan manteniendo esas cabezas de ganado en nuestra zona", subraya.