Lo ha confirmado la delegada del Gobierno, Mariola Guevara, que ha visitado las obras de recuperación del edificio junto al alcalde de Murcia, José Ballesta
La Cárcel Vieja de Murcia ha sido declarada Lugar de Memoria Democrática, lo que le confiere una especial protección para garantizar que el inmueble sea preservado para el recuerdo, al tiempo que se ha confirmado que las obras de recuperación que se están llevando a cabo son compatibles con ese grado de protección.
Así lo ha anunciado este jueves la delegada del Gobierno en la Región de Murcia, Mariola Guevara, durante una visita a las obras que se están llevando a cabo en el penal acompañada por el alcalde de Murcia, José Ballesta; la vicealcaldesa de la ciudad, Rebeca Pérez, y otros miembros de la corporación municipal.
Según ha explicado, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, dependiente del Ministerio de Presidencia, inició el trámite para esta declaración hace justo un año, el 24 de junio de 2024, y firmó la declaración de Lugar de Memoria el pasado 2 de junio, por lo que la Cárcel Vieja figura ya en el inventario de bienes catalogados con esa denominación.
La declaración, ha subrayado, está avalada por un intenso proceso de investigación histórica que constata que la antigua prisión provincial fue un lugar de represión durante la Guerra Civil y el franquismo, donde miles de personas fueron privadas de libertad o ejecutadas por sus ideas políticas, y está declaración pretende garantizar el recuerdo de esos hechos históricos y la reparación de las víctimas. La nueva figura de protección no alterará el curso de las obras que se están llevando en el edificio principal del penal, un área de unos 2.500 metros cuadrados que incluye estancias como la zona donde se recibía a los presos, las estancias de “vis a vis” o contacto con los abogados, la cocina, despensa y comedor de los reclusos, y zonas de talleres y celdas en la planta superior.
Los trabajos, que comenzaron el pasado 2 de diciembre de 2024, habían suscitado gran polémica por el derribo del muro perimetral de uno de los patios carcelarios, una actuación que estaba contemplada en el proyecto arquitectónico que ganó el concurso de ideas para rehabilitar el penal y que lleva por título “Muros etéreos”. De hecho, en la primera fase de rehabilitación de la Cárcel Vieja, en su módulo de acceso, que ya está abierto al público como centro de cultura y arte contemporáneo, ya se derribaron parte de los muros perimetrales, que fueron sustituidos por pilares de acero de la misma altura que los muros originales recorriendo su perímetro.
La Secretaría de Estado paralizó el pasado 4 de febrero de manera preventiva el derribo de los muros en esta segunda fase, pero tal y como ha explicado la delegada del Gobierno, las obras seguirán ahora tal y como estaban previstas, con “pequeñas modificaciones”, puesto que el proyecto ya contemplaba el mantenimiento de parte del trazado de los muros que permiten constatar la existencia de los mismos. En concreto, en esta fase se van a conservar las esquinas de esos muros, además de las garitas de vigilancia, mientras que el resto del trazado, como en la primera fase, serán sustituidos por pilares de acero.
En ese sentido, la vicealcaldesa, Rebeca Pérez, ha recordado que los trabajos están siendo muy cuidadosos, con derribos controlados en los que se han recuperado numerosos ladrillos, sillares y baldosas hidráulicas que volverán a colocarse en sus emplazamientos originales una vez finalicen. Asimismo, se han restaurado un total de 92 elementos de carpintería y cerrajería, como puertas, ventanas, barandillas, una imponente campana de la cocina que será transformada en lucernario o las impresionantes estructuras de madera que conformaban los denominados “juzgados” y las áreas de “vis a vis”, en las que los reclusos tenían contacto con sus abogados.
Según ha recordado el alcalde de Murcia, José Ballesta, está previsto que esta fase finalice en febrero de 2026, momento en que abrirá al público una gran exposición sobre los trabajos llevados a cabo para garantizar la adecuada conservación del edificio en base a ese proyecto arquitectónico, elegido entre más de 25 propuestas en 2017 y que la Secretaría de Estado ha avalado ahora.
Esta fase de las obras tiene un presupuesto de unos 4,2 millones de euros, de los que 3 millones están financiados por los fondos europeos de recuperación, y 1,2 millones por el Ayuntamiento de Murcia.