Solo algunos espacios naturales se libran de recibir demasiada luz nocturna, algo que tiene efectos sobre la salud
Casi la totalidad de los habitantes de la Región de Murcia vive bajo un cielo nocturno contaminado por el exceso de iluminación artificial, lo que tiene un impacto claro en la salud de las personas y en los ecosistemas. Solo algunos espacios naturales se libran de la contaminación lumínica que dificulta, por ejemplo, observar a simple vista el espectáculo anual de las Perseidas esta semana.
Coincidiendo con la lluvia de Perseidas, un pequeño pueblo de León acoge hoy y mañana el evento 'La Noche Europea', una cita promovida por varias organizaciones para recuperar el cielo oscuro, proteger la biodiversidad y denunciar los efectos de la luz artificial en la vida humana y los ecosistemas. Hace quince años se celebró la última campaña 'Cielo Oscuro' en la Región de Murcia. En aquellas fechas se estimaba que un 75% del territorio regional había perdido la visibilidad a simple vista de la Vía Láctea, y la situación apenas ha mejorado en las ciudades.
Recibir demasiada luz artificial nocturna, sobre todo luz azul, tiene efectos en la salud pública, como explica la experta en cronobiología de la Universidad de Murcia, María José Martínez.
Una sola farola con luz inadecuada puede interferir en el descanso de una comunidad de vecinos. La experta recuerda que, en las ciudades, lo ideal sería instalar luz anaranjada y sistemas domotizados con sensores de movimiento.