En total se refuerza la plantilla en todo el país con 101 profesionales nuevos. El objetivo es agilizar las pruebas de conducir y reducir los tiempos de espera
La Dirección General de Tráfico ha reforzado su plantilla con la incorporación de 101 nuevos examinadores de tráfico, que ya están en activo en 46 jefaturas provinciales tras superar la oposición y el curso formativo que les habilita para evaluar a los aspirantes a cualquier tipo de permiso de conducir.
Estas incorporaciones, correspondientes a la Oferta de Empleo Público de 2023 y 2024, forman parte del compromiso de la DGT para aumentar la capacidad de examinar en aquellas provincias con mayor demanda y mejorar así la atención a los ciudadanos.
Desde la creación de la especialidad de examinadores en 2017, se han incorporado 732 funcionarios a este colectivo, lo que ha permitido que actualmente la relación de puestos de trabajo esté cubierta en un 97%. Además, en lo que va de 2025 se han sumado también 23 examinadores interinos por acumulación de tareas, y está previsto que otros 17 se incorporen en los próximos meses.
La secretaria general de la DGT, Lidón Lozano, ha destacado que estas nuevas incorporaciones “permiten aumentar la capacidad de examinar” y subraya que este refuerzo, con 101 nuevos efectivos, supone el mayor número de examinadores incorporados de una sola vez en la historia de la DGT.
En cuanto a la distribución, el mayor refuerzo se concentrará en Barcelona (11) y Madrid (10), seguidos de Baleares (6), Guipúzcoa (5) y Girona (5). También recibirán refuerzo provincias como Cantabria y Vizcaya (4 cada una), mientras que otras, entre ellas Murcia, contarán con 2 nuevos examinadores. Estas dos incorporaciones en Murcia permitirán reducir los tiempos de espera para la realización de los exámenes de conducir, una de las principales quejas de autoescuelas y alumnos en los últimos años, y darán soporte al trabajo ya realizado por los examinadores funcionarios.
De este modo, la DGT busca no solo mejorar la eficiencia del servicio, sino también garantizar que los procesos de obtención de permisos se desarrollen con mayor agilidad, beneficiando tanto a los aspirantes a conductores como a las autoescuelas que dependen directamente de la disponibilidad de examinadores.
