El octavo informe del Observatorio Financiero de la Región de Murcia, que dirige Samuel Baixauli, alerta de que la guerra comercial iniciada por Donald Trump va a tener impacto en las economías mundiales
La economía murciana se mantiene sólida en un contexto de incertidumbre internacional, según el octavo Observatorio Financiero de la Región presentado este martes. La inestabilidad empezará a notarse en 2026 y su evolución dependerá de qué ocurra con los conflictos bélicos en Ucrania y Oriente Próximo y de si se concreta o no la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos.
La economía regional cerró 2024 con una subida del Producto Interior Bruto del 4,1%, seis décimas por encima de la media nacional. Las previsiones para 2025 hablan de un crecimiento del 2,9%, pero las dificultades se concretarán en 2026, año en el que el crecimiento previsto del PIB será del 1,6%. Sin embargo, el consejero de Economía, Luis Alberto Marín, destaca que la Región de Murcia seguirá siendo una de las locomotoras de la economía nacional.
Según el Observatorio Financiero, el mercado laboral se está comportando muy bien en la Región de Murcia, con más de 670.000 afiliados a la Seguridad Social; el crecimiento de la industria es uno de los motores; y la salud financiera de las familias es buena. Se han recuperado los depósitos de ahorro a niveles previos a la pandemia y eso ha tirado del consumo interno ayudado por las subidas salariales según explica Samuel Baixauli, autor del informe del Observatorio.
Pero en el horizonte hay algunos nubarrones. Los últimos informes económicos alertan de que la guerra comercial iniciada por Donald Trump va a tener impacto en las economías mundiales. Si se concreta la imposición de aranceles y se esfuman las posibilidades de paz en Ucrania y Oriente Próximo, la situación se puede complicar mucho, según advierte Samuel Baixauli.
A esto el consejero de Economía, Luis Alberto Marín añade el lastre que supone para la Región de Murcia la infrafinanciación autonómica y el impacto que pueda tener en la economía regional el recorte del trasvase Tajo-Segura por la importancia del sector agrícola.