José Carlos Sánchez de la Vega, economista y profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia, cree que el nuevo sistema estará basado en la bilateralidad con Cataluña y en la multilateralidad con los demás
La reforma del sistema de financiación tiene pocas posibilidades de salir adelante según algunos expertos consultados. Para el economista José Carlos Sánchez de la Vega es poco probable por varias razones. La primera es que el resto de comunidades no aceptarán un trato de favor a Cataluña con respecto al resto.
La ministra ha insistido que beneficiará a todas, pero ¿conseguirá acabar con la discriminación de unas comunidades con respecto a otras? El Ministerio de Hacienda hace equilibrios para conjugar una mejora generalizada que anime a todas las comunidades con una financiación singular a la que el ejecutivo se comprometió el pasado mes de julio con la Generalitat. Un equilibrio que se traduce en dos conceptos, en principio difíciles de unir: multilateralidad y bilateralidad. Para las mayoría de comunidades, especialmente las gobernadas por el PP, ambas son imposibles de combinar. Para José Carlos Sánchez de la Vega, es una forma de ocultar ese trato de favor a Cataluña
Estas comunidades también critican que no se esté contando con ellas y que Hacienda solo les haya comunicado generalidades.
Sea como sea, este economista no ve imposible que ese nuevo modelo salga adelante. Para ser aprobado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, solo necesita el apoyo de una comunidad autónoma, por ejemplo Cataluña. Otra cosa es su aprobación definitiva en el Congreso y ahí habrá que ver si la amenaza de Junts de romper con el Gobierno se hace realidad
Y esas comunidades estarán en contra porque unas u otras saldrán perdiendo. Conseguir poner de acuerdo a todos solo es posible, según Sánchez de la Vega con voluntad política por parte de los que más reciben y de los que más demandan ahora
En cuanto al margen de déficit fijado en el 0,1% para los ejercicios 2026, 2027 y 2028, este economista considera que el Gobierno podría haber sido más generoso con las comunidades autónomas.