La bajada de las temperaturas ha provocado, además, un retraso en la floración de la fruta de hueso
CLAUDIO CABALLERO
Las lluvias han paralizado por completo la actividad en el campo ya que el barro impide que los trabajadores puedan realizar sus tareas. Además, la bajada de temperaturas ha ralentizado también el proceso vegetativo, con el consiguiente retraso en la floración de la fruta de hueso. Los agricultores temen que cuando llegue el buen tiempo, los trabajos puedan amontonarse.
No hay nadie trabajando en el campo desde hace ya una semana con la consiguiente pérdida de jornales. Estos días debería de estar realizándose el aclareo en flor para descargar los árboles, pero las lluvias lo han impedido. De cara a la semana que viene, cuando el viento seque la tierra, los empleados retornarán al campo, según explica Antonio Moreno es secretario de UPA en la región.