Un lustro después echamos la vista atrás para escuchar testimonios desgarradores y sacar conclusiones de lo que hemos aprendido sobre el COVID y cómo afrontaríamos una posible crisis sanitaria
Explicaba Jorge Drexler, guitarra en mano, cómo el virus cambió la forma de relacionarnos, de mantener contacto en plena pandemia, una palabra pronunciada hace ahora cinco años por la Organización Mundial de la Salud que cambió el rumbo de la humanidad. La crisis sanitaria generaba el caos hospitalario y la desatención, como relataba en su día una vecina de Leganés, que pedía ayuda para su marido a través de un vídeo que se hacía viral en los grupos de whatsapp
Miles de hogares quedaron mutilados y dolidos al perder a familiares, amigos y, en el mejor de los casos, a conocidos. La distribución de las vacunas, que tardaría en llegar hasta el mes de diciembre del 2020, supuso un esfuerzo sin precedentes. Hasta entonces el horror se cebó con los mayores y especialmente con las residencias, como la que acogía a los padres de María en Madrid, y cuya última conversación recuerda a diario
La atención sanitaria apenas llegaba a muchos centros por un protocolo, conocido como el de la "vergüenza", al que hacía referencia el periodista Jesús Maraña en su cuenta de X
Una labor la de los sanitarios que se mantiene presente en nuestra memoria un lustro después, por cómo libraron la batalla, porque el virus también los mató a ellos y desafió al sistema de salud como recordaba el cirujano Raúl Sánchez en Onda Regional
Las cifras finales y las secuelas del virus ofrecen una radiografía del impacto que dejó en el mundo. Más de 20 millones de vidas perdidas. Si algo ha quedado claro es que la humanidad ha sido puesta a prueba como pocas veces en su historia. Lo que hagamos con estas lecciones determinará cómo enfrentaremos la próxima gran crisis sanitaria.