Hoy se conmemora el día mundial de esta enfermedad. Los pacientes luchan por dar visibilidad da esta dolencia crónica para la que no hay cura
1500 murcianos y murcianas viven con esclerosis múltiple. Paqui Meroño es una de ellas, su diagnóstico llegó casi de casualidad, tras un accidente de tráfico. Su mundo se desmoronó y, con toda la vida por delante, se preguntaba qué iba a ser de ella. Hoy preside la Asociación Murciana de Esclerosis Múltiple y lucha por dar visibilidad a una enfermedad crónica que cambia la vida de los que la padecen. Esta semana, diferentes actos, debates, actividades o coloquios con pacientes pondrán en las portadas cómo se vive con esta enfermedad autoinmune.
Paqui camina, lleva una vida normal, preside la asociación y lucha por conseguir una vida mejora para los 1500 murcianos que padecen esclerosis múltiple en la Región. Su día a día se puede ver interrumpido por un brote que puede tenerla días, incluso semanas, en silla de ruedas. Pero una vez se pasa, se vuelve a levantar y sigue luchando. Lucha por acabar con la invisibilidad, por que haya más investigación, por aumentar los recursos para facilitar la vida a los enfermos, por arropar a sus compañeros, y por que su enfermedad no lastre su vida. Su diagnóstico fue un jarro de agua fría, un punto de inflexión en una vida que ha tenido que adaptarse a la enfermedad. Han pasado años de aquel diagnóstico y, a pesar de todo, Paqui Meroño se considera una persona afortunada.
Desde la asociación que preside, Paqui trata de dar consuelo a los pacientes y sus familias. Y con ella hay todo un equipo de personas, que trabajan de forma intensa para, además, mejorar el día a día de estos pacientes.