Esta tradición envuelve durante dieciséis horas a la localidad en el estruendo de miles de instrumentos retumbando al unísono
JOSÉ LUIS PIÑERO. Mula
A las doce de la noche, el estruendo se hizo en Mula. Miles de tamboristas salieron a la calle de la histórica ciudad a cumplir con el rito de tocar el tambor en la noche del Martes Santo hasta las cuatro de la tarde de hoy Miércoles Santo. Dieciséis horas ininterrumpidas de un sonido ensordecedor que podía escucharse a varios kilómetros de distancia.
No solo salieron los tamboristas muleños, sino que disfrutaron de esta fiesta los de Moratalla, Jumilla, Hellín, Agramón y Tobarra, así como los de los pueblos del Bajo Aragón, de los 17 con tradición y raigambre en el toque del tambor.
La Fanfarria sonó a las doce en punto de la noche. En ese momento un estallido de sonido envolvió a la ciudad. Comenzó de esta manera, un año más, y ya son cientos, la noche esperada por todos los muleños. Nada pudo con el fervor y cariño que se le tiene a esta celebración.
A la cita asistieron el Consejero de Cultura, Javier Celdrán, varios directores generales y alcaldes de municipios de la Región.