Manuel Martínez, presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, alerta de que en el nivel 2, el que se estima que sería el escenario más habitual, el agua que llegaría sólo permitiría regar siete días
La Mesa del Agua del Campo de Cartagena reclama que la gestión del agua se trate como un asunto de Estado. Es la principal reivindicación de la reunión que ha mantenido en el Palacio Consistorial de la ciudad portuaria en la que se han analizado las consecuencias que tendría para la comarca el recorte del Trasvase.
El agua que utilizan los regantes del Campo de Cartagena procede, en un ochenta por ciento, del Trasvase Tajo-Segura, y si se confirman las nuevas reglas de explotación, el suministro para riego se reduciría en un setenta y cinco por ciento. Manuel Martínez, presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, alertaba de que en el nivel dos, el que se estima que sería el escenario más habitual, el agua que llegaría solo abastecería la demanda de una semana.
En la reunión de la mesa del agua han participado los alcaldes de la comarca y se ha sumado el de Pilar de la Horadada en la provincia de Alicante. También representantes empresariales, el presidente del puerto de Cartagena o el rector de la Universidad Politécnica. Juntos han fijado su posición en un manifiesto que ha leído la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo.
La reunión la convocaba Arroyo a petición de la comunidad de regantes y del sindicato central de regantes del acueducto Tajo Segura. Su secretario general, José Ángel Pérez, alertaba de las consecuencias que tendría para la Región de Murcia el recorte del Trasvase.
La mesa del agua anuncia que hará todo lo que esté en su mano para frenar los planes del Ministerio y que trabajará para incorporar a más colectivos y para concienciar a la sociedad de la relevancia que tendrían esas nuevas reglas de explotación del Trasvase.