La subida del precio del gasóleo y la falta de uso de autobuses públicos aumentan la crisis del transporte murciano de viajeros, que afronta un 2022 "muy peliagudo"
ANA R. GÓMEZ. Murcia
El precio de los carburantes y el miedo al coronavirus impiden la recuperación del transporte de viajeros, que no ha conseguido recuperar los datos de 2019. El encarecimiento del gasóleo se une a la desconfianza de los viajeros, que llenan las carreteras de automóviles, mientras los autobuses no recuperan los viajeros habituales antes de la pandemia.
Por eso Antonio Torres, responsable del sector de autobuses de la patronal FROET, califica de "peliagudo" el primer semestre del próximo año.
Los atascos en las carreteras son el resultado más evidente de esa falta de uso del transporte público. En la Región de Murcia hay 120 empresas dedicadas al transporte de viajeros, y el servicio discrecional, que venía suponiendo un complemento para sus ingresos, no consigue despuntar. A las líneas regulares les falta todavía un 35 por ciento para recuperar el ritmo, el servicio discrecional apenas supone el 10 por ciento de los ingresos, y el transporte escolar es el único que está "manteniendo el tipo".
Y del transporte escolar continúa con la Consejería de Educación el desacuerdo en torno al acuerdo marco.
Preocupa también, nos dice el responsable de transporte en la patronal murciana FROET, que haya empresas sin conciencia de la repercusión enorme del aumento de costes, sobre todo del gasóleo, y el nivel de endeudamiento puede subir peligrosamente:
