El catedrático jubilado de Inmunología de la Universidad de Murcia, Pedro Aparicio, insta a analizar la evolución con perspectiva y señala que el estado de inmunidad depende de la última dosis recibida
ÁNGEL BOLUDA. Murcia
El aumento en el número fallecidos por coronavirus que estaban inmunizados contra la covid no debe asociarse a una escasa efectividad vacunal. Es lo que asegura el catedrático jubilado de Inmunología de la Universidad de Murcia, Pedro Aparicio. Este experto asegura que el balance conocido, con 5 de los 7 fallecidos por coronavirus vacunados puede ser un "dato accidental", e insta a analizar la evolución con perspectiva.
Aparicio subraya que el estado de la inmunidad en los ciudadanos está condicionada por el tiempo en el que recibieron el último pinchazo, por su estado de salud previo y por el hecho de que estén bajo tratamiento por otras enfermedades. Todo esto hace que las vacunas no sean infalibres aunque sí muy efectivas, según apunta.
El proceso de inmunización está atravesando ahora la administración de dosis de refuerzo. Aparicio cree que la gestión que se está haciendo de la dispensación de terceras dosis es "razonable" al haber priorizado a los grupos etarios mayores. Reconoce, a pesar de eso, que el ritmo se está viendo condicionado por la disponibilidad de preparados.
Esta circunstancia, la disponibilidad en este caso de vacunas pediátricas, está haciendo que los menores de 5 a 8 años tengan que esperar a enero para recibir su pinchazo. Aparicio no cree que esto suponga un riesgo adicional de contagio en el seno de las familias de estos jóvenes.