La medida ha sido decisiva para paliar los efectos sociales y económicos de la crisis del COVID, según el secretario general del Consejo Económico y Social, Fernando Vélez
PACO MARTINEZ. Murcia
A lo largo de estos últimos meses, 117.000 trabajadores murcianos se han beneficiado del amparo de un expediente temporal de regulación de empleo, un mecanismo que, según el último Informe de Coyuntura del Consejo Económico y Social, ha impedido que se reprodujeran los graves efectos sociales que trajo consigo la gran recesión de 2008.
El informe publicado hoy maneja datos del cierre de 2020, y repite las conclusiones de análisis anteriores: estamos ante una crisis gravísima, la más profunda desde la Guerra Civil, pero la estructura productiva de la región ha sufrido mucho menos de lo que lo hizo cuando se produjo el gran estallido de la burbuja de la construcción. La razón principal hay que buscarla en las decisiones del gobierno: las exenciones fiscales, los créditos ICO, las ayudas directas y, sobre todo, los ERTES, han sido decisivos para mantener una red de seguridad que, además, será la encargada de relanzar la economía regional una vez superemos la pandemia.
Nos lo ha explicado el secretario general del CES, Fernando Vélez, que detalla que también las transferencias de fondos que la Comunidad Autónoma ha recibido desde la administración central o desde Bruselas han demostrado ser decisivas para impedir que el déficit público se disparara de manera excesiva. Murcia sigue siendo la comunidad con mayor desviación acumulada durante 2020, pero eso tiene más que ver con la mala situación de partida que con lo que ha ocurrido en estos últimos meses.
A lo que ya nadie se atreve es a hacer previsiones: el escenario es malo, probablemente el peor que cabía esperar al inicio de la pandemia; pero el sistema económico ha resistido razonablemente bien, así que no deberíamos descartar una recuperación rápida. Lo que nadie sabe es cuándo, porque ese momento sólo depende de una cosa: de que seamos capaces de controlar la pandemia.