El cierre de los bancos en las poblaciones pequeñas obliga a sus vecinos a desplazarse. la Asociación de usuarios de bancos pide más formación para que los consumidores puedan operar por internet
SILVIA MATEO. Redacción
El cierre de sucursales bancarias acelera la exclusión financiera de las zonas rurales y de la población más mayor. La asociación de usuarios de bancos, cajas y seguros reclama a las entidades financieras mayor formación para que el consumidor pueda operar por Internet.
En unas semanas cerrará la única oficina que queda abierta en Ricote y los habitantes de esta localidad junto a los de Villanueva del Río Segura, Ulea y Ojós tendrán que hacer sus operaciones bancarias a través de tres cajeros automáticos o desplazarse a Blanca. Víctor Manuel López, presidente de la Mancomunidad de municipios del Valle de Ricote, denuncia el desamparo que sufre la población, en especial los de mayor edad, incluso ha proppuesto a las entidades finacieras algunas soluciones sin éxito.
Desde la asociación de usuarios de bancos, cajas y seguros, el técnico de consumo Matías Martín, estima que la reestructuración bancaria iniciada con la crisis de 2008 terminará con el cierre de todas las oficinas en unos 10 años. Lamenta el impacto en la calidad de la atención que obliga al consumidor a realizar sus operaciones a través de internet o de las aplicaciones móviles. Además, suma el incremento de las comisiones.
ADICAE reclama una mayor formación e información al consumidor para evitar la exclusión financiera, principalmente en segmentos de la población de mayor edad. Matías Martín alerta del aumento de casos de fraude por desconocer el funcionamiento de las aplicaciones.
Para evitar la exclusión financiera en zonas rurales españolas donde no hay oficinas bancarias, Correos pretende ampliar la instalación de cajeros autómáticos, aunque todavía no contempla l hacerlo en la Región de Murcia