Los empresarios hacen caja aunque temen que pronto se agote el stock ya que en una semana algunos de ellos han vendido más de cien mil kilos
ENRIQUE SOLER
La deriva del precio de la electricidad tiene repercusiones a todos los niveles. Con las vistas puestas en el otoño y en la llegada del frío muchos ciudadanos, sobre todo de zonas rurales, están haciendo acopio de leña para calentar sus hogares. Los empresarios hacen caja pero a este ritmo, reconocen, pronto se agotará el stock.
La gente hace acopio ante el temor de que se acabe la leña, adelantando sus compras. El distribuidor Ginés Marín, de Caravaca de la Cruz, ha vendido en tan solo una semana más de 100.000 kilos.
A estos niveles de venta en octubre se quedarán sin leña. Misma situación está viviendo los vendedores de pellet para estufas y calefacción.