Robles asegura que la falta de médicos del país no se resuelve aumentando el número de plazas en las facultades y lamenta el cortoplazismo político en evitarlo
Carmen Robles, es la recíen reelegida Decana de la Facultad de Medicina y tras conocerse su continuidad en el cargo ha asegurado que "la falta de médicos en nuestro país no se resuelve aumentando el número de plazas en las facultades".
Lamenta que desde el ámbito político no se ha sabido planificar una estrategia para evitar los problemas que ya existen y anticiparse a los que se producirán en los próximos años con la jubilación de muchos especialistas, la mayoría de ellos médicos de familia.
Robles sostiene que de nada serviría aumentar el número de estudiantes de medicina mientras éstos no puedan completar su formación por falta de plazas MIR. Este año, recuerda, más de 6.000 titulados se han quedado sin plaza.
El problema, aclara es todavía mayor en el caso de los médicos de familia. Primero 'porque algunas de las plazas MIR de esa especialidad están en centros de salud muy aislados, poco atractivos para los estudiantes'.
Pero, sobre todo, porque 'las condiciones laborales de esa especialidad, que es básica para el sistema sanitario, son tan malas que acaban desanimando a muchísimos aspirantes'
La solución, dice Robles, no sólo depende del gobierno central, que al final sólo puede ofertar aquellas plazas MIR que ponen a su disposición las Comunidades Autónomas. El problema de fondo es que los políticos son "miopes y cortoplacistas" y olvidan que una situación como esta no se resuelve de un día para otro.
Como Decana, Carmen Robles dice que su apuesta es por mantener un nivel de calidad que les ha permitido 'ser la primera facultad de medicina fuera de Madrid y Cataluña (y la cuarta en toda España) en conseguir la acreditación internacional'. El reto, asegura que no es sencillo, porque carecen de recursos para sustituir a los profesores que se jubilan o para ofrecer un contrato decente a los que están a tiempo parcial. Sin ellos es imposible aumentar las horas de formación práctica de sus estudiantes, pero la financiación es tan escasa que ahora mismo se ven obligados a mantener cerrados la mitad de los ascensores de la facultad.
