Las movilizaciones se han repetido en distintas localidades para pedir más inversión en atención primaria. Hablamos con Jesús Abenza, vicepresidente de la Sociedad de Medicina de Familia en la Región
Los sanitarios se movilizan en diferentes localidades de la Región como Fortuna, Murcia, Cartagena, Mula, Alhama y Totana, entre otras, para reivindicar más seguridad, ante una situación que - dicen- se está volviendo "insostenible". Pero las concentraciones también quieren servir para denunciar el estado actual de la atención primaria, en declive desde los últimos diez años, según ha indicado en Onda Regional Javier Corbalán, médico del centro de salud de Mula.
Ha sido el centro de salud de Fortuna, donde se produjo la última agresión a personal sanitario, el punto elegido para concentrarse por representantes del colegio de Médicos de Murcia y del sindicato de médicos CESM. Allí han expresado su rechazo a las agresiones al personal sanitario y han reivindicando una mejora para los centros de atención primaria. Y han pedido a la administración que adopte medidas que pasan por una mayor vigilancia, la instalación de los llamados botones antipánico y la cobertura de las bajas que ralentizan la atención al paciente.
Hoy hemos parado en @CS_SanAnton para reivindicar #Stopagresiones a los profesionales sanitarios. Participación sanitarios y pacientes,POR LA MEJORA DE ATENCIÓN PRIMARIA! Por la convivencia y la buena relación que siempre ha habido con los pacientes @UsuariosanidadM @Murciasalud pic.twitter.com/GKfHtgCXbH
— Centro de Salud San Antón (@CS_SanAnton) October 20, 2022
El vicepresidente de la Sociedad de Medicina de Familia, Jesús Abenza, ha explicado en el programa 'El Mirador' de Onda Regional, dice que desde la pandemia, solo las agresiones verbales, han aumentado de manera exponencial. En algún caso, como el citado, los usuarios acaban llegando a las manos.
Se trata de hechos incomprensibles para los trabajadores de la Sanidad, según el doctor Abenza, aunque ya con la cabeza fría se analiza la cuestión concluyendo que, si bien hay cada vez una menor tolerancia a la frustración, los pacientes y familiares manifiestan el hartazgo por retrasos, falta de pruebas y otras deficiencias estructurales.
Y esos inconveniente, aunque pueden generarse en otros servicios, suelen provocar la queja primero y la agresión después, en los servicios de primaria que, en definitiva, son a los que accede el usuario de forma más sencilla y que, en su opinión, están "infradotados"