El Consejo Nacional del Agua da el visto bueno al Plan del Tajo para elevar los caudales ecológicos de este río y los regantes lo tachan de "broma macabra". Castilla-La Mancha habla de una "decisión histórica"
ISABEL GONZÁLEZ/PACO MARTÍNEZ
El Consejo Nacional del Agua ha dado este martes el visto bueno al Plan del Tajo, con 54 votos a favor, 22 en contra y 13 abstenciones. En contra ha votado Murcia, como ya se anunció, y a favor lo ha hecho Castilla La Mancha, que sostiene que el plan se mantiene en los términos alcanzados hace unos meses, sin incluir ninguna condición para elevar los caudales ecológicos del Tajo hasta los 8,65 metros por segundo a partir de 2027. Reveladora resulta la posición adoptada por Valencia, que ha optado finalmente por la abstención después de que el Ministerio haya negado que el acuerdo alcanzado hace unos días con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tenga carácter vinculante.
Ese pacto aceptaba una elevación de los caudales ecológicos a 7 metros por segundo, pero condicionaba posteriores aumentos al cumplimiento de una serie de objetivos ambientales, entre ellos la mejora de la capacidad de depuración de aguas residuales de la Comunidad de Madrid.
El Consejo aprobaba un Plan de Seguimiento pactado en su día entre el Ministerio y la Generalitat de Valencia que, al menos sobre el papel, condiciona la segunda fase del aumento de caudales al estado medioambiental del río. Castilla La Mancha sustenta su satisfacción en la intervención que el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, protagonizó ante el Consejo Nacional del Agua. Morán aseguró que, pase lo que pase, los caudales ecológicos se fijarán en 8,65 metros por segundo a partir de 2027, por mucho que el plan pactado hace unos días entre el propio Ministerio y la Generalitat de Valencia marque algunas condiciones para aplicar ese incremento. Unas palabras que dejaron perplejo al presidente del Sindicato Central de Regantes del trasvase, Lucas Jiménez, que anoche no salía de su asombro y aseguraba que se trataba de una "broma macabra"
Jiménez insistía en que, desde el principio, todo este asunto se está manejando con "criterios políticos y no técnicos" y reclamaba una aclaración rápida por parte del Ministerio sobre el sentido de la intervención de Hugo Morán y el verdadero valor del Plan de Seguimiento aprobado. El presidente de los regantes del trasvase dice que si lo que ocurrió ayer en el Consejo fue la escenificación de una estrategia preconcebida, el Ministerio estaría tratando a todos los ciudadanos del levante como si fueran "una colección de imbéciles":
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se ha comprometido a comprobar en 2026 si han funcionado las medidas para reducir la contaminación, pero ha aclarado que esos resultados no serán vinculantes para evitar nuevas subidas.
El Gobierno murciano no tiene ninguna duda de que estamos ante un "engaño histórico" por parte del ejecutivo central, que va a suponer un recorte al trasvase, a partir del año 2027, de más de cien hectómetros cúbicos al año. Antonio Luengo es el consejero de Agricultura y Medio Ambiente.
En opinión de Luengo, lo que hoy ha ocurrido ha sido el resultado de una estrategia cuyo objetivo era sumar el mayor número de votos, haciendo creer primero que el recorte al Trasvase no iba a ser tan dañino como parecía, para contentar a última hora a Castilla La Mancha.
En términos similares a los del consejero de agricultura se ha manifestado el presidente regional de ASAJA, Alfonso Gálvez. Dice que hoy se ha confirmado el plan del gobierno central para acabar con el trasvase y sostiene que la actuación de Hugo Morán ante el Consejo Nacional del Agua ha dejado muchas más dudas que respuestas.
Lo positivo que Gálvez rescata de la aprobación del Plan del Tajo es que el Gobierno por fin reconoce de manera oficial el enorme problema que representan las aguas residuales de Madrid. Dice el presidente de ASAJA Murcia que si esa situación se arreglara, la cabecera del Tajo tendría suficientes recursos para enviar agua a levante y mantener el caudal ecológico del río.
El proceso, en cualquier caso, no acaba aquí, los planes de cuenca tendrá que ser ahora informados por el Consejo de Estado antes de su aprobación definitiva por el Consejo de Ministros. Trámite en el que, según Gálvez, el ejecutivo todavía tiene margen para rectificar.
En el otro extremo se sitúa la valoración del presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, que se ha apresurado a valorar el resultado de esta votación como una decisión histórica para los intereses de su comunidad.
Dice García Page que lo ocurrido hoy en el Consejo Nacional del Agua es consecuencia directa del trabajo de su gobierno, que provocó varias sentencias del Tribunal Supremo que son las que ahora obligan a reconocer esos caudales ecológicos del Tajo.
El presidente de Castilla La Mancha ha vuelto a hacer una oferta de diálgo -"de mano tendida"- a las comunidades del Levante. Dice que es posible trabajar juntas para resolver sus diferencias y alcanzar un pacto en materia de agua. Siempre, añade, teniendo en cuenta estas nuevas normas.