Menores de 6 años ven complicado el tratamiento y sus familias el acceso a las ayudas, según la Plataforma de Atención Temprana. La norma implantará un complicado baremo que incrementará las listas de espera
ANA R. GÓMEZ. Murcia
Entra en vigor la Ley de Atención Temprana, una vez publicada en el Boletín Oficial de la Región este sábado, y se mantienen las críticas de profesionales y familias ante una norma que complica el proceso para recibir ayuda, al establecer un baremo que dificultará el trato individualizado que se viene aplicando. La norma, que ha estado seis años en la agenda de la Asamblea Regional, se aprobó el mes pasado con los votos en contra del grupo socialista, más los dos diputados de Podemos y los dos de Ciudadanos. Fueron 22 votos frente a 21, después del debate sobre más de 150 enmiendas, y de constantes protestas de organizaciones profesionales y ciudadanas.
Las críticas se centran, por un lado, en la excesiva burocracia para acceder a servicios cuyo objetivo son menores de 6 años con algún tipo de trastorno del desarrollo y sus familias. Por otro, se critica la ausencia de medios y de presupuesto.
Laura Murcia, fisioterapeuta en el Centro de Atención Temprana de Lorca (CDIAT) y portavoz de la Plataforma de Atención Temprana, en la que se unen familiares y profesionales, la ley desoye las recomendaciones de buenas prácticas, y complica un procedimiento que será lento para niños y niñas afectadas, y en ocasiones especialmente farragoso para las familias.
Según Laura Murcia, el cálculo presupuestario para 2022 se ha realizado partiendo de las 4.850 familias de menores de 6 años que recibían esta atención en el año 2020, pero solo en centros públicos, obviando todos los que reciben atención en centros privados.
Además, lamenta que los menores de 6 años sean incluidos en el sistema de baremación que el IMAS utiliza para diagnosticar el grado de discapacidad, y que ya genera retrasos en las comunicaciones de las personas afectadas.
Con un refuerzo de personal que la Plataforma de Atención Temprana considera muy escaso, las listas de espera pueden dejar muchos niños y niñas sin atender, mientras se sobrecarga al personal de los equipos de Educación que ahora deberán supervisar las peticiones cursadas por los pediatras de los 45 municipios de la Región de Murcia.
