Es el caso de 'Comodón', en Yecla, que se reinventó en tiempos de pandemia y, aunque ha descendido notablemente la demanda, considera que el cambio de hábitos hace necesaria su fabricación
PATRICIA JIMÉNEZ. Yecla
Con la pandemia surgieron en la Región fabricantes de mascarillas que vieron de la crisis una oportunidad. ¿Qué va a pasar con esas empresas ahora que el uso de la mascarilla no es obligatorio en la mayoría de interiores?
En Yecla, empresas del sector del tapizado o del descanso como es el caso de Comodón, que realizó una importante inversión para adquirir maquinaria y contratar a personal para la fabricación de mascarillas ante la necesidad surgida con la pandemia. Fausto Ortuño, director ejecutivo de la empresa, y cuenta que incluso hubo doble turno con varias personas.
Llegaron a fabricar hasta un millón de mascarillas al mes, y en la actualidad casi no llegan a la quinta parte. Lo cierto es que la fabricación de mascarillas ha dejado de ser rentable para algunas empresas, pero en este caso seguirá la actividad, porque se ha comprobado que ya forma parte de un nuevo hábito social para la prevención y cuidado de nuestra salud.