El impacto de la pandemia en el cáncer ya está cuantificado. Las pruebas y diagnósticos, además de los cribados, han disminuido por las restricciones en la movilidad y el miedo al contagio
El impacto de la pandemia en el cáncer ya está cuantificado: Sanidad prevé más casos de pulmón, mama y colon. Las pruebas y diagnósticos, además de los cribados han disminuido en los últimos años por las restricciones en la movilidad y el miedo al contagio.
Es la conclusión del informe "Estudio de Impacto de la Pandemia por Covid-19 sobre la Prevención y el Control del Cáncer en el Sistema Nacional de Salud" que el Ministerio presentará a las autonomías en su próximo Consejo Interterritorial ordinario que se celebrará el próximo lunes en Mérida.
La caída de pruebas y diagnósticos, donde ha llegado al 23 % y 15 %, respectivamente, así como de los cribados de cáncer de pulmón, hacen prever un aumento de casos en estadio avanzado de ese tumor y de los de mama y colon en los próximos años. Manuel Molina Boix, presidente de la asociación española contra el cáncer de Murcia, lo relaciona a las restricciones a consecuencia de la pandemia y el temor de muchos a contagiarse de Covid.
El cáncer de pulmón es el más afectado y Molina Boix lo achaca a la demora a la hora de acudir al médico.
En relación al tratamiento, el Ministerio de Sanidad observa en el trabajo una disminución "importante" en la realización de sesiones de quimio y radioterapia, especialmente estas última, si bien reconoce que se desconoce si dicho descenso responde a un cambio de protocolo para cambiar la medicación intravenosa por oral, evitando así el desplazamiento de los pacientes.
Se ha reportado también una disminución muy importante en lo que se refiere a la realización de citologías y biopsias, aunque cabe la posibilidad de que una parte de la reducción de las citologías se deba a la implementación del cribado poblacional del cáncer de cérvix.
Por último, en términos de visitas a los servicios de oncología médica y radioterápica y de oncohematología pediátrica, se observa que la disminución de éstas se concentró durante los primeros tres meses de la pandemia, suavizándose después. Este descenso tanto puede responder a una limitación del servicio por parte de los proveedores, como al rechazo de los pacientes a acudir al establecimiento sanitario de manera presencial por miedo a un posible contagio.