Las protestas de Murcia por una mejor atención primaria unen a los usuarios y a los profesionales, cansados y enfadados por la falta de recursos mientras se ordena la vuelta a la presencialidad en los centros de salud
ANA R. GÓMEZ. Murcia
Profesionales y usuarios de la sanidad aumentan las movilizaciones para exigir medios en la atención primaria. Desde este lunes, Murcia recupera la actividad presencial normal en los centros de salud.
Todos han suscrito un manifiesto en demanda de mejoras, que fue leído en las puertas de una treintena de centros de salud durante dos jueves consecutivos, y que volverá a escucharse el 10 de marzo para cristalizar en una gran manifestación el día 12 en Murcia, como nos comenta Mario Soler, presidente de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública (ADSP-RM).
En toda España se están llevando a cabo protestas. Los sindicatos con presencia en la sanidad vasca han convocado una huelga este lunes 28 de febrero, tanto en atención primaria como en hospitales. Y en Madrid la falta de medios ha llevado a la renuncia de más de 200 facultativos que enseñaban como tutores a los médicos residentes de atención primaria. En Murcia, dice Soler, es una seña distintiva la unidad de todos, danto salida así al enfado y el cansancio acumulado por los dos años de pandemia.
Al no haber revertido los recortes previos a la pandemia, volver a la normalidad en los centros de salud significa atender sin el refuerzo necesario para el personal de baja, y la cita presencial no puede reducir los días de espera, salvo haciendo listas diarias interminables.
Es cierto que las protestas de la sanidad están quedando algo tapadas por noticias tan urgentes como la invasión rusa de Ucrania. Pero los problemas siguen ahí, dice el portavoz de ADSP-Región de Murcia.