Ucrania y Rusia se acusan mutuamente del nuevo fracaso en la evacuación tras el primer intento fallido del sábado en Mariúpol
REDACCIÓN | AGENCIAS
Siguen los bombardeos en Ucrania. Rusia centraba sus ataques en la ciudad de Irpin, cerca de Kiev, causando la muerte de varios civiles mientras se intentaba la evacuación de los atrapados.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania han denunciado a primera hora de este lunes de que las tropas rusas "violan las normas del Derecho Internacional humanitario, bombardeando a civiles". En concreto, en su informe diario, han explicado que las fuerzas rusas continúan su ofensiva con "el lanzamiento de cohetes y ataques de artillería contra los asentamientos de Ucrania".
"Toman de rehenes a mujeres y niños, desplegan equipo, municiones en barrios residenciales de las ciudades, crean artificialmente crisis humanitaria en asentamientos ocupados", han detallado en su perfil oficial de Facebook.
En Mariúpol, por segundo día consecutivo, volvían a fracasar los esfuerzos para establecer un corredor humanitario y, una vez más, separatistas prorrusos y la Guardia Nacional de Ucrania se acusan mutuamente del fracaso.
Se estima que hay, al menos 200.000 personas intentando salir de esta ciudad. El corredor humanitario también iba a servir para que llegaran suministros básicos a la ciudad. Esta ciudad es clave para los planes de Putin pues le permitiría establecer un corredor entre la zona del Donbás y la península de Crimea, anexionada de forma ilegal por Rusia en 2014 tras un referéndum no reconocido por la comunidad internacional.
Según el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ahora le habría tocado el turno a la ciudad de Odessa. De conquistar esta ciudad, Ucrania se quedaría practicamente sin salida al mar. Zelenski ha señalado que bombardear esta ciudad sería un crimen histórico
El ha confirmado que el segundo intento de evacuar a los civiles de la asediada ciudad de Mariúpol ha fracasado por la ausencia de un acuerdo "detallado y funcional" entre las partes del conflicto: las fuerzas ucranianas que defienden la ciudad y las milicias de la autoproclamada república de Donetsk, afines a Rusia.
A los dos bandos, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) les ha recordado que en modo alguno puede ser "garante de un alto el fuego entre las partes", que en las últimas horas se han responsabilizado mutuamente de su ruptura, y que la organización es "un intermediario humanitario neutral e imparcial".
El CICR ha recomendado a ambos bandos que fijen de una vez en común "una hora específica, los lugares de evacuación, las rutas de salida y otros detalles logísticos".
Asimismo, el CICR ha exigido "garantías satisfactorias" para desplegarse junto a la comitiva de evacuación con seguridad tras asegurar que sus equipos y estaban en la ruta designada de salida esperando a la gente antes de que se reanudaran las hostilidades.
El primer intento de evacuación de ambas ciudades tuvo lugar el sábado y acabó en absoluto fracaso después de que Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente de incumplir el alto el fuego temporal en vigor en torno a estas dos localidades, donde viven aproximadamente unas 475.000 personas en condiciones deplorables, según las ONG.
Mariúpol es una ciudad portuaria de carácter estratégico, en la costa del mar de Azov, donde residen unas 450.000 personas. La captura de la localidad permitiría a Rusia conectar a sus fuerzas en el este del país con las destacadas en la península de Crimea.
Por su parte, Volnovaja está situada cerca de la antigua línea de frente de Ucrania con los separatistas respaldados por Rusia, la llamada línea de contacto, a unos 60 kilómetros de Donetsk. Allí viven unas 20.000 personas.