El escritor cartagenero recupera en "Revolución" los dramáticos acontecimientos que sacudieron a Méjico a principios del s. XX, a través del relato de un joven que alcanza la madurez en el caos
"Observar la violencia nos permite tener una lucidez sobre el ser humano, y confirmar sus contradicciones", ha afirmado el escritor Arturo Pérez-Reverte en la presentación en Murcia, ante los medios, de su nueva novela: "Revolución".
El escritor cartagenero recupera en "Revolución" los dramáticos acontecimientos que sacudieron a Méjico a principios del s. XX, a través del relato, algo autobiográfico, de un joven que alcanza la madurez en el caos.
Se trata de una novela en la que ha trabajado mucho, en lecturas y en viajes, para poder expresarse en un lenguaje como el del Méjico de hace algo más de cien años.
Pérez-Reverte, a lo largo de su carrera como periodista, ha cubierto muchas revoluciones y estima que son necesarias para cambiar situaciones injustas, aunque acaben mal; uno "no puede resignarse". De esas revoluciones que acaban mal ha citado a los soviets rusos, a Daniel Ortega en Nicaragua o a Espartaco en la antigua Roma.
Si algo tiene la violencia de "bueno" en esas revoluciones es que permite al observador crítico comprender al ser humano, con sus grandezas y sus muchas miserias. Nos da lucidez a la hora de entender cómo somos.