Esta asociación afea que los trabajadores del Centro de Protección de Menores carecen de información sobre el futuro de los niños y adolescentes: "Todos están desorientados"
El malestar social por el cierre previsto del Centro de Protección de Menores de Santa Cruz (Murcia) va a más. Esta semana colectivos religiosos de la Región de Murcia presentaban ante la Fiscalía de Menores un escrito contra su cierre. Marchas por la Dignidad se han concentrado también frente a la sede del ejecutivo regional protestar por esta situación, derivada del compromiso de cierre de ese centro por parte del gobierno autonómico a cambio del pacto presupuestario con Vox. En este momento son 60 los niños y adolescentes que permanecen en Santa Cruz.
La Asociación PAREM se ofrece a colaborar en la formación de los 12 que cumplirán la mayoría de edad antes de fin de año. La presidenta de esta entidad, Adriana Trafonsky, ha visitado esta semana el Centro. Lo primero que resalta esta ONG es que son niños que se dedican a la vida escolar. No son delincuentes. De los niños y adolescentes que hay en este momento en las instalaciones, los que más preocupan son los que se quedarán en la calle por cumplir la mayoría de edad.
Los trabajadores del centro carecen de información sobre el futuro de los menores. Todos están desorientados. Una de las tareas de PAREM es formar a quienes cumplen la mayoría de edad. Este verano lo ha hecho y ha conseguido la integración laboral de algunos de ellos. Adriana Trafonsky vino hace más de dos décadas desde Argentina. Asegura que nunca había conocido una ola de racismo e islamofobia como la actual.