Tras la entrada en vigor, el sábado por la noche, del estado de alarma, muchos siguen quedándose en casa y ya no hay aglomeraciones en los supermercados
Poca gente por la calle y más medidas de higiene y seguridad. Es lo que hemos podido comprobar en la calle este lunes, primer día laborable tras la entrada en vigor del estado de alarma.
Todos los comercios, salvo aquellos que ofrecen productos de alimentación, permanecían cerrados esta mañana. Los supermercados han levantado la persiana sin colas en los accesos y, en el interior, comprobamos como hay menos variedad, pero todos los productos de primera necesidad están garantizados. También se han suprimido servicios como el corte de carne o embutido, que se oferta solo en formato envasado, así como los productos de panadería a granel.
En cuanto a los clientes, parece que ya se han concienciado y hoy realizaban sus compras con tranquilidad, guardando una distancia prudencial entre unos y otros, tanto a la hora de coger productos de los lineales como en las colas de las cajas. Muchos de ellos hacían la compra con guantes y mascarillas. Una medida que han adoptado todos los empleados de los supermercados.
Prudencia también en las farmacias. A la espera de instalar mamparas en los mostradores, algunas han optado por instalar mesas en las puerta, evitando así el acceso la interior y la consecuente aglomeración de clientes. Incluso, en la calle, la gente hacía cola guardando más de un metro de distancia entre unos y otros