Ha sido condenado por intentar robarle el reloj a un anciano de 80 años. Dos días más tarde propinó una paliza a Domingo, otro vecino de Torre Pacheco, y fue detenido posteriormente en el País Vasco.
El Juzgado de lo Penal número 1 de Cartagena ha condenado a un año de prisión a un hombre por un delito de robo con violencia en grado de tentativa y otro leve de lesiones, tras intentar sustraer el reloj a un vecino de 80 años en Torre Pacheco.
Los hechos ocurrieron el 7 de julio de 2025, cuando el acusado agarró fuertemente del brazo a la víctima con la intención de arrancarle el reloj. Tras un forcejeo de varios minutos, huyó sin conseguirlo, dejando al hombre con abrasiones que precisaron asistencia médica y ocho días de recuperación.
La sentencia señala que la versión exculpatoria del procesado fue “endeble”, ya que alegó haber estado trabajando en el campo pero sin aportar pruebas ni testigos que lo confirmaran. Frente a ello, el reconocimiento de la víctima fue “sin ningún género de dudas”, tanto en dependencias policiales como durante el juicio.
El magistrado también valoró la declaración del agente que detuvo al acusado horas después y el informe médico, “enteramente compatible” con lo relatado por el perjudicado.
Además de la pena de prisión, el condenado deberá abonar 180 euros de multa y una indemnización de 320 euros a la víctima, así como las costas procesales.
El acusado compareció desde un centro penitenciario del País Vasco, donde permanece en prisión provisional por otra agresión cometida en Torre Pacheco dos días después, el 9 de julio.
sta mañana se ha celebrado una sesión extraordinaria de la Junta Local de Seguridad de Torre Pacheco, convocada tras los altercados racistas registrados en el municipio a raíz de la agresión sufrida por un hombre de 68 años a manos de tres jóvenes de origen magrebí. El suceso derivó en lo que muchos vecinos describieron como una “cacería de migrantes”.
En la reunión, en la que han participado el alcalde Pedro Ángel Roca, la delegada del Gobierno Mariola Guevara, el portavoz del Ejecutivo regional Marcos Ortuño y el coronel jefe de la Guardia Civil en la Región, se ha analizado lo ocurrido y se ha planteado la elaboración de un plan de control de la delincuencia, así como la revisión de la situación actual de la plantilla de la Guardia Civil en el cuartel local.
El alcalde ha asegurado que la situación en el municipio es actualmente de “absoluta normalidad”, aunque ha reclamado un mayor número de patrullas en las carreteras y dentro del casco urbano.
Por su parte, el portavoz del Gobierno regional, Marcos Ortuño, ha agradecido el trabajo de la Policía Local y la Guardia Civil durante los incidentes, pero ha reclamado al Ministerio del Interior que refuerce de forma permanente la seguridad en el municipio, exigiendo además la instalación de una comisaría de Policía Nacional.
Ante estas peticiones, la delegada del Gobierno, Mariola Guevara, ha defendido que, gracias al Ejecutivo central, la Región de Murcia cuenta este año con una dotación de guardias civiles que triplica la de ejercicios anteriores.
En relación con los altercados, Guevara ha confirmado que hasta la fecha se han registrado 18 detenciones, unas 700 identificaciones y 128 denuncias tramitadas, y ha anunciado que se sigue trabajando para sancionar a más personas implicadas en los hechos.
