Así de rotundo se ha mostrado el consejero de Medio Ambiente de la Comunidad, Juan María Vázquez en relación al impacto que podría tener el vertido de Calasparra en una zona de especial protección
Por segundo día consecutivo, los agentes medioambientales de la Comunidad siguen trabajando con el Seprona para investigar las causas, mientras que operarios de Repsol tratan de contener y extraer el petróleo derramado en las hectáreas de cultivo afectadas.
El vertido es algo que preocupa al Gobierno regional, que ayer activó los protocolos coordinados por el 112. Desde la Dirección General de Industria se dio la instrucción de despresurizar el oleoducto. Se desplazaron técnicos y agentes medioambientales para, junto al Seprona, hacer una primera valoración del impacto. Unos trabajos que no pararán hasta que la zona quede totalmente descontaminada.
La empresa propietaria del oleoducto será quien acarree con los costes de descontaminación de esas dos hectáreas de cultivos. El consejero cree que habrá más daños que esos 500 árboles. El vertido se ha producido en una Zona Especial de Protección de Aves y cerca del río Quípar.
La Fiscalía aún no ha abierto diligencias. Vázquez asegura que tendrá que ser la Justicia quien determine quién tiene la responsabilidad y si estamos ante un delito medioambiental.