Así lo constata el psicólogo Alfonso Echávarri, director técnico del Teléfono de la Esperanza en Navarra y autor del libro "Despertaré Mañana", sobre la superación vital de quienes se han enfrentado a la muerte
JOAQUÍN AZPARREN. Murcia
La siguiente ola de la pandemia tendrá que ver más con la salud mental que con la física. Se avanza con la vacuna en la protección de la población más vulnerable frente a las consecuencias más graves de la enfermedad pero afloran con más intensidad los problemas emocionales que está provocando el coronavirus.
El psicólogo Alfonso Echávarri, director técnico del Teléfono de la Esperanza en Navarra y autor del libro "Despertaré Mañana" cuenta que la sociedad está cansada tras casi un año de convivencia con la pandemia. Esto ha agravado además, la situación ecomocional de personas que ya venían arrastrando dolencias mentales. Comenta también que uno de los problemas que está evidenciando el confinamiento es la soledad, no solo de los ancianos, también de los jóvenes. Un 21 por ciento de ellos, según algunos estudios, expresa ese sentimiento. Aún cuando nos parezca que las redes sociales sean una alternativa.
Este psicólogo navarro no cree que nos hallamos vuelto insensibles al dolor físico y afectivo que está provocando la pandemia. Pero añade que utilizamos un mecanismo de defensa, como hablar de estadísticas y números, para poder sobrellevarlo.