La evolución de los sentimientos hacia los principales partidos estatales evidencia un deterioro general de la simpatía partidista. El partido que más retrocede es el PP, que pasa del 26´7% al 18´1% según el CEMOP
La primera conclusión que arroja este estudio es que siete de cada diez españoles cree que el nivel de enfrentamiento en el país es mayor ahora que hace un año. Esta percepción de creciente crispación refleja un momento político marcado por los desencuentros entre las élites y el tono bronco del debate público. Los ciudadanos de extrema derecha son los que en mayor proporción sostienen que en España está aumentando la crispación.
Con todo, los niveles agregados de polarización afectiva descienden ligeramente respecto a los registrados en el año 2024, situándose en un 4,94 (frente al 5,20 del año pasado). Esta caída se explica por un debilitamiento de la simpatía de los votantes hacia sus propios partidos y no por una reducción del rechazo hacia los adversarios. Según los investigadores del CEMOP, este patrón es propio de un año no electoral en el que las adhesiones partidistas suelen relajarse, aunque los antagonismos permanezcan cristalizados.
El examen de la evolución de los sentimientos hacia los principales partidos estatales evidencia un deterioro general de la simpatía partidista. El partido que más retrocede es el PP, que pasa en 2024 del 26,7% de entrevistados en posiciones de fuerte adhesión al 18,1%, una caída de 8,6 puntos. Le sigue Sumar, que desciende del 21,9% al 16,5%, y el PSOE, que baja del 28,0% al 23,6%. Vox registra el retroceso más moderado, al pasar del 18,8% al 16,9%.
Con una muestra total de 1110 casos realizada a través de entrevistas telefónicas (Computer Assisted Telephone Interview), la V Encuesta Nacional de Polarización Política pone el foco en la interacción entre el ecosistema mediático y el clima de hostilidad intergrupal en España.