Lo recoge el Barómetro de la Cátedra de la Empresa Familiar. La excesiva burocracia y el absentismo laboral son las preocupaciones de este sector económico
El Índice de Confianza Empresa Familiar (ICEF) mejora en casi ocho puntos logrando su mejor resultado histórico desde su creación en 2010, aunque entre las preocupaciones actuales están el absentismo laboral y la excesiva burocracia que lastran su capacidad de competir y su rentabilidad. Son las principales conclusiones del Barómetro que elabora anualmente la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum Universidad de Murcia-Universidad Politécnica de Cartagena.
Las empresas familiares empeoran su percepción de la situación económica a nivel nacional y también regional, aunque esta última en menor medida. Las perspectivas para 2026 también descienden. Sin embargo, esa percepción contrasta con el músculo que muestran estas empresas. Las inversiones han aumentado un 45%; las ventas lo han hecho en un 50,4%; y el empleo en un 35,7%, como explica el director de la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum es Ángel Meroño.
En cuanto a las preocupaciones, en el primer puesto estaría el asunto del absentismo laboral y en segundo lugar la simplificación administrativa, que no es suficiente y frena la rentabilidad y competitividad.
El barómetro analiza asimismo la orientación estratégica que siguen las empresas familiares murcianas, un 80% de las cuales asegura apostar especialmente por la calidad, seguido del 53% que destaca la excelencia del personal.
También analiza la continuidad de las empresas familiares. La mayoría (66%) se plantea la transmisión generacional a un familiar, frente al 57% que piensa en la venta del negocio.
