La investigadora de la Universidad de Murcia, María del Mar Pastor, ha dirigido el proyecto 'Transalud' en el que ha comprobado cómo la ansiedad y la depresión es uno de los problemas que afloran en estas personas
A pesar de tener un protocolo de atención sanitaria para las personas trans la Consejería de Salud debe mejorar la formación de la sanitarios y corregir ciertos fallos del sistema para que este colectivo, una vez lleva a cabo el cambio de sexo y nombre, no quede fuera de cribados para enfermedades de su sexo biológico. Es una de las conclusiones que se desprende del proyecto Transalud que desarrolla la Universidad de Murcia.
Su investigadora principal, María del Mar Pastor Bravo, ha analizado las necesidades de salud en la etapa de transición. En este primer estudio realizado con una pequeña muestra de siete personas trans han comprobado como la ansiedad y la depresión es uno de los problemas que afloran. Otra conclusión importante tiene que ver con las enfermedades relacionadas con el sexo biológico y con la falta de formación de los profesionales. Y es que una vez que se produce el cambio de nombre y sexo quedan fuera del 'screen' de enfermedades propias de su sexo.
Otra cuestión que destacan es el uso del nombre que en ocasiones se utiliza en el ámbito sanitario. Llegar a una consulta y que te llamen con el nombre que usabas antes de la transición no ayuda a que te sientas cómodo o cómoda. Eso al final provoca que muchos demoren la asistencia sanitaria.
Este proyecto tiene también una segunda fase de carácter nacional con el análisis de la atención sanitaria al colectivo trans que se ofrece en la distintas comunidades.
