Los meteorólogos alertan de inestabilidad atmosférica con avisos de precipitaciones por encima de los 20 l/m²
Lluvias fuertes, tormentas y oleaje. El episodio que vive esta semana el Este peninsular y Baleares es la transición del verano hacia el otoño, así lo describe el meteorólogo Juan Andrés García Valero.
La inestabilidad la provoca una lengua de aire frío a gran altura que atraviesa la península de Oeste a Este, conocida como vaguada atlántica. Ese aire frío coincide en el Mediterráneo con otro húmedo y cálido.
“No es algo raro”, explica García Valero desde la Aemet. Cosa menos normal es otra transición, la mudanza hacia un clima más cálido: los contrastes de temperatura entre los niveles altos y bajos de la atmósfera se intensifican y pueden provocar nubosidad y precipitaciones más intensas.
Hablando del Mediterráneo, las últimas semanas de agosto y primeras de septiembre, la temperatura de la superficie del mar alcanza sus máximos del año, algo natural según el Instituto Español de Oceanografía. Lo que cambia es que estas temperaturas son cada vez más altas. A finales de agosto, el agua registró 28 °C en la costa murciana y 29 °C en la balear, por encima de la media año tras año. El científico Manuel Vargas comenta que “nos hemos acostumbrado a la anomalía”.