Carabelas de plata y vigas de madera de pino
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Ismael G Nicolás es el director de "Y que no te duela", el corto que este fin de semana ha ganado el Premio Carabela de Plata a realizadores murcianos que concede el Festival Internacional de Cine de Cartagena. Ismael es un realizador y creativo que se mueve fundamentalmente en el territorio de la moda y la publicidad. Sus colaboraciones para marcas como Vogue, Armani o GQ le han llevado a trabajar con celebridades como Rosalía, Shakira, Aitana, Estopa o Nico Williams. Aprovechando huecos entre sus compromisos profesionales rodó "Y que no te duela", con un actor no profesional como protagonista, Álvaro Ramiro. Lo que el jurado ha encontrado en este corto nos lo ha explicado en La Hora de la Cigarra uno de sus integrantes, Francisco José Sánchez Montalbán, que nos habla de una narración "en espiral" con un sorprendente y duro giro final. Ismael, que -como os cuento- viene de la publicidad, cuida la fotografía, pero nos confiesa que es no es lo que más le interesa a la hora de contar una historia. Por lo que está muy agradecido es por este reconocimiento que le ha concedido el FICC, sobre todo por lo que supone de espaldarazo para la distribución del corto y porque abre el camino a futuros proyectos.
El Festival otorgó el premio de su sección oficial a "Handyman", del danés William Findinge y, como ya sabrán, concedió un galardón a toda una carrera a la actriz Elena Irureta, a la que recordarán por su papel como Bittori en la adaptación televisiva de "Patria". La responsable de programación del FICC, María José Espín, que también ha estado con nosotros esta tarde, cree que la edición de este año se ha saldado con cifras magníficas.
Luego nos hemos ido al circo, para hablar de un espectáculo que viene este próximo jueves al Teatro Circo de Murcia. Se llama QOROQ y es un trabajo del Colectivo Lapso Cirk, fruto de una larga investigación de cuatro años. El reto era descubrir cómo hacer circo a partir de elementos que no son los habituales en este tipo de espectáculos. David Díez, uno de los integrantes del colectivo, nos ha explicado que el punto de partida fue una viga de cuatro metros de madera de pino. A partir de ahí, la imaginación ha ido descubriendo mil formas de utilizar esas piezas y los ensayos han servido para engrasar la maquinaria y diseñar acrobacias que, incluso así, implican un cierto nivel de riesgo para quienes las ejecutan:
El capítulo de hoy lo hemos completado buceando en la historia de la literatura española, tratando de descubrir dónde podríamos encontrar el origen del género policíaco en nuestro país. Y nuestro colaborador Ignacio del Olmo nos ha llevado de la mano hasta Cervantes, porque una de sus "Novelas Ejemplares", "La Fuerza de la Sangre", podría considerarse como uno de los primeros ejemplos en los que un personaje sigue un cierto método detectivesco para descubrir al responsable de una violación. Ojo al contexto social de la época en la que Cervantes escribió este relato.
