El calvario del dramaturgo
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La profesión de dramaturgo, de autor de textos teatrales, ha estado históricamente muy mal regulada en nuestro país y, en el caso específico de la región de Murcia, apenas contaba con un mínimo reconocimiento público. Hace unos años, la Asociación de Dramaturgos de la Región de Murcia, DREM, puso en marcha una estrategia para tratar de ordenar el panorama y dar visibilidad a un trabajo cuyos frutos quedaban en demasiadas ocasiones abandonados en el fondo de un cajón, ante la ausencia de una editorial que apostara por su publicación o un productor teatral o una compañía que estuviera dispuesta a ponerlos en escena. Nos lo han contado os de los miembros destacados de DREM, Jesús Galera y Fulgencio Martínez Lax. Ahora que parte del talento oculto que hay en la región ha empezado a aflorar, hay que tratar de fijar unas normas laborales y profesionales que regulen las relaciones entre los autores de un lado y productores y compañías de otro. De fondo hay otro problema cuya solución es aún más compleja, porque tiene que ver con la debilidad de las empresas culturales de la región y con un sistema de ayudas públicas en el que Murcia no destaca:
En el capítulo de hoy hemos escuchado también la queja de la asociación Huermur por el orden del día con el que el Ayuntamiento de Murcia ha convocado al Consejo Asesor de Patrimonio para el próximo lunes. Resulta que la mayor parte de los puntos de ese orden del día no están abiertos a ningún tipo de debate o aportación, porque el equipo de gobierno se va a limitar a comunicar al Consejo decisiones que ya han sido adoptadas. Sergio Pacheco, presidente de Huermur, tiene en la cabeza muchos asuntos que el Ayuntamiento debería someter a la consideración de este órgano consultivo. Por ejemplo, sus planes (si es que existen) para recuperar la casa y el huerto de Antonete Gálvez, ambos declarados BIC. También hubiera sido un buen lugar, por ejemplo, para pedir opinión sobre los cambios realizados en la fachada barroca de la catedral de Murcia, en la que, como saben, se ha tallado un teléfono móvil en la mano de uno de los ángeles que la adornan. Huermur ha pedido formalmente explicaciones a la Comunidad Autónoma, que es la responsable última de autorizar ese tipo de intervenciones.
Nuestra Hora de la Cigarra ha terminado hoy recordando junto a Juan González Cutillas a dos músicos, Shostakovich y Ravel, que han estado muy presentes en las programaciones durante este 2025. El primero, porque se cumplían 50 años de su fallecimiento; el segundo, porque hubiera cumplido 150 años.
