El comisario ausente y los bienes invisibles
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Parece el título de una novela policíaca, pero describe bien el contenido de nuestro programa de hoy, que hemos empezado hablando de la ausencia casi generalizada de profesionales que asuman en la región las tareas que le corresponden al comisario de una exposición. Y no es esa una figura menor, porque el comisario es la persona encargada de guiar al artista, de darle coherencia a su discurso, de generar el envoltorio teórico, político y a veces incluso estético de las piezas que conforman una exposición.  En otros países, está en la cúspide de la pirámide del ecosistema artístico. Aquí en Murcia estamos en la periferia de la periferia, según nos cuentan Isabel Durante y Julia Alarcón, que ayer -junto a otros- debatieron sobre estos asuntos en un foro auspiciado por el programa Re-Encuentros que se desarrolla en La Cárcel Vieja.

Lo de los bienes invisibles es una historia aparte. Se deriva de una denuncia de Huermur. Su presidente, Sergio Pacheco, nos ha contado esta tarde que la Comunidad Autónoma lleva 40 años de retraso en el cumplimiento de la ley estatal que regula el patrimonio protegido y que, como consecuencia de ello, ninguno de los bienes muebles de enorme valor que encierra la Catedral de Murcia está incluido en un inventario que asegure su protección. No existe un listado que detalle el contenido de valor del templo, desde los cuadros a las custodias, pasando por las piezas del altar o del coro, el órgano... Ni siquiera las campanas gozan formalmente de una figura de protección.
Y terminamos con música clásica, con Wagner y su Cabalgata de las Valkirias. Juan González Cutillas nos habla de la gira extraordinaria que el próximo año realizará por España la orquesta del festival de Bayreuth. Incluye cinco ciudades entre las que, lamentablemente, no estará Murcia.