Guadalajara en un charco
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Este fin de semana se clausura en Guadalajara, México, la Feria Internacional del Libro que cada año convierte a la ciudad en el epicentro de toda la literatura escrita o traducida al castellano. Y hasta allí este año, por primera vez, ha viajado una representación del Gremio de Editores de la Región de Murcia encabezada por su presidente. Paco Marín, de la Editorial La Fea Burguesía, nos ha contado desde el otro lado del charco que esta primera experiencia ha sido muy satisfactorio. Acudían a la feria con un triple propósito, y lo han conseguido; incluso han podido entrevistarse personalmente con la directora general de la FIL para tratar de establecer una vía de colaboración con la Universidad de Guadalajara que es la organizadora de este evento. Marín piensa ya en la edición del próximo año, con la ambición de tratar de ir un paso más allá y buscar una fórmula para que las editoriales murcianas puedan participar también de la parte comercial de la feria (no sólo la de contactos profesionales). Podría ser con un estand propio o a través de algunas de las instituciones que ya cuentan con un espacio de venta.
En el capítulo de hoy, hemos sabido también que el Museo Arqueológico de Murcia prepara, de cara a la próxima primavera, una gran exposición en torno a aquellos ritos de las culturas íbero -romanas en los que la comida o la bebida tenían un papel protagonista. Nos lo ha contado el responsable del MAM, Luis de Miquel, que también nos ha explicado que el trabajo previo ya ha comenzado: el discurso de la exposición está definido y ahora de lo que se trata es de repasar las piezas que se mostrarán al público. Muchas de ellas no están expuestas de manera habitual, así que en el muse están preparando un lote con aquellas que necesitan una limpieza o someterse a algún proceso de consolidación, para enviarlas al Centro de Restauración de la Región de Murcia.
Nuestro último capítulo por esta semana se ha completado con un poco de comedia. José Antonio Molina nos ayuda a revisar dos grandes clásicos del cine, "La vida de Brian" y "La loca historia del mundo". Dos películas muy divertidas, pero de un modo bastante diferente: frente al humor absurdo pero también reflexivo de los Monty Python; el chiste a veces chabacano de Mel Brooks. Molina y un servidor coincidimos en que esas formas tan distintas de mirar la historia tienen mucho que ver con las diferencias que separan la cultura europea de la norteamericana.
