Palomos, mitos y momias
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Hoy hemos empezado hablando de música de raíz. De un disco titulado "Palomo Cojo" que firma Miguel Ángel Montesinos, de nombre artístico "El Pantorrillas". Lo que ha hecho Miguel Ángel en ese trabajo es algo aparentemente sencillo, pero realmente complejo: ha tomado las formas musicales más tradicionales de nuestra tierra -parrandas, jotas, malagueñas..- y las ha actualizado siguiendo el ejemplo de quienes ya las cantaban hace más de un siglo y las utilizaban para hablar de las cosas que les interesaban. Claro que los tiempos han cambiado y las preocupaciones de "El Pantorrillas" son bien distintas. Miguel Ángel ha venido a La Hora de la Cigarra acompañado por Constantino López, el productor responsable de que el disco tenga un sonido muy natural. Y nos ha contado que a quienes llegan del mundo de las cuadrillas hay que marcarles algunas diferencias, porque el estudio de grabación tiene sus propias reglas; pero se siente satisfecho del resultado y de haber insistido en la idea de reinterpretar la música de raiz sin tener que recurrir a la electrónica:
Por La Hora de la Cigarra han pasado también Pepa Castillo y Elena Serrano, directora y actriz respectivamente de La Trama Teatro. Han venido a hablarnos de "Entre mitos anda el juego", un espectáculo para público familiar del que tienen versiones en inglés y en castellano, y en el que toman como punto de partida la mitología clásica.. Narrar la historia de Aracne la tejedora, de Ícaro y sus alas de cera o de Deméter tratando de recuperar a su hija Perséfone del Hades, es una excusa perfecta para introducir a los más jóvenes en esa mitología, cuyas enseñanzas siguen siendo válidas hoy en día. Los espectadores responden, aunque Elena Serrano nos ha reconocido que han tenido que adaptarse a estos tiempos de pantallas y estímulos brevísimos.
El programa se ha cerrado con las interesantes reflexiones de Pedro Alberto Cruz sobre el proceso de descolonización que se ha iniciado en algunos museos nacionales. Un proceso que ahora se plantean instituciones de todo el mundo, porque las colecciones de los museos casi nunca se reunieron sin recurrir al robo o la rapiña. Y ahora hay que ajustar cuentas con ese pasado.