Destrucción baños árabes y Gran Vía
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Los baños árabes de la calle Madre de Dios no fueron los únicos que tuvo la Murcia andalusí, pero sí los que se conservaron en pie hasta el siglo XX. Declarados Monumento Nacional en 1931, protagonizaron una agria polémica que terminó con los baños destruidos en febrero de 1953. Su derribo se ejecutó de madrugada con la excusa de los daños provocados por unas lluvias, pero lo cierto es que, con su desaparición, quedó despejado el camino para las obras de apertura de la Gran Vía, una nueva avenida en sentido norte-sur que pretendía conectar las dos estaciones de tren: la de Caravaca y la del Carmen. El de la Gran Vía era un proyecto antiguo, de finales del siglo XIX, que había ido de cajón en cajón.
Desde César Cort hasta Gaspar Blein, el trazado y desarrollo del proyecto fue variando e implicaba, en todos los casos, cierto grado de destrucción del centro histórico, siempre bajo la promesa de la modernidad y del progreso social y económico. En plena dictadura franquista, el debate se planteó en términos de dilema entre patrimonio y desarrollo como polos opuestos e incompatibles.