El escudo de Murcia
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El Museo de la Ciudad conserva un escudo labrado en piedra arenisca tallado en el siglo XVIII y situado en una antigua puerta de la muralla medieval. Se trata del emblema de Murcia ya completado, el mismo que luce todavía hoy. En 1266, tras la incorporación de Murcia a la Corona de Castilla, Alfonso X concedió a la ciudad un escudo formado por cinco coronas en paño rojo, el color real castellano.
Algunos autores vieron representados a los cinco protagonistas de la conquista de Murcia: el propio Alfonso X, su mujer doña Violante, sus padres Fernando III y Beatriz de Suabia y, su suegro Jaime I el Conquistador, rey de Aragón. La sexta fue concedida por Pedro I de Castilla en 1361, como premio a la lealtad de Murcia; y el mismo motivo justificó la séptima, otorgada en 1709 por Felipe V tras la Guerra de Sucesión. Entonces también se incluyó en el escudo un león rampante con una flor de lis, y el lema 'Priscas novissima exaltat, et amor': el amor con el que se concedió la última corona exaltaba a las anteriores. En 1575 se incorporó al escudo de Murcia un corazón, a petición del Concejo, para dejar constancia del cariño de Alfonso X El Sabio a la ciudad.