La cultura murciana en la II República
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Entre 1931 y 1939, Murcia vivió una etapa de cultura efervescente. En 1932 se celebró una fiesta literaria en el Romea con presencia de Unamuno, y Justo García Soriano publicó ‘Vocabulario del dialecto murciano’. En 1933 se editó en Murcia el primer libro del poeta oriolano Miguel Hernández, y también en Murcia se conocieron Miguel Hernández y García Lorca, quien estaba en la ciudad con la compañía La
Barraca. Durante la República, la Diputación Provincial anunció la creación de un museo dedicado a Salzillo a propuesta del diputado socialista Fernando Piñuela, quien más tarde sería alcalde y que fue fusilado en 1939. Las tertulias artísticas y literarias amenizaban los cafés gracias a Garay, Joaquín, Flores, Planes, Garrigós.

El Círculo de Bellas Artes también era referente cultural. Ramón Gaya realizó copias de obras del Museo del Prado y colaboró con el Museo del Pueblo y las Misiones Pedagógicas, proyectos del Estado para acercar el arte y la cultura a las clases más humildes. El pintor Joaquín dirigió una Escuela de Pintura y dio clases en la Escuela de Artes y Oficios, inaugurada en 1933 con José Planes como primer director.