Murcia 1200 aniversario. Alcaicería y zoco
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En la ciudad de Murcia hubo una alcaicería que, según los investigadores Roselló y Cano, no dejó rastro documental. La alcaicería era el lugar donde los productores de seda pagaban los derechos establecidos en dicho negocio, pero también era un espacio con tiendas en el que se vendía seda y otras mercaderías. La palabra alcaicería, que nos llega a través del árabe hispánico, tiene su origen en el latín y se refiere al César, al tratarse de un edificio que se debía erigir por privilegio del emperador. La alcaicería de Murcia debió estar en las inmediaciones de la mezquita mayor, en una confluencia de calles con mucho tránsito. En la ciudad hubo numerosos mercados, los llamados zocos, a veces reducidos a plazoletas o cruces de calles, y distribuidos por los diferentes barrios de la madina.
En los zocos había tiendas, tanto fijas como ambulantes, y se podían agrupar en un mismo espacio según la mercancía que vendían. Roselló y Cano citan la actual plaza de Santa Catalina como espacio que debió ocupar uno de los zocos de Murcia, así como junto los actuales Puente Viejo y en la Plaza de Santo Domingo: allí se documenta por primera vez un mercado castellano en 1272, hecho que debió obedecer a la presencia de uno anterior, de época andalusí.