Teatro Romea
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En 1862, la reina Isabel II asistió a la inauguración del Teatro de los Infantes, construido sobre el desamortizado convento de Santo Domingo. Culminaba así la aspiración de la ciudad de tener un gran teatro que pusiera fin a varios siglos de corrales de comedias, siendo los últimos el del Toro y el de la Cárcel Vieja, donde hoy se levanta el edificio Victoria. En 1868 el Teatro pasó a llamarse de la Soberanía Popular, y en 1872 recibió finalmente el de Teatro Romea. Diseñado por Carlos Mancha y Diego Manuel Molina, su aspecto cambió por los daños que causaron sendos incendios. La fachada que vemos hoy esobra del hellinero Justo Millán.

Sobre sus históricas tablas han actuado las mejores actrices y actores, se han estrenado multitud de obras, se llevó a cabo la primera proyección oficial de cine en Murcia en 1896, han cantado figuras internacionales y bailado grandes compañías, ha recitado Federico García Lorca... Es célebre la leyenda de la maldición del monje, relacionada con los dos incendios que ha sufrido y con un hipotético tercer incendio, hecho que depende de que se agoten las entradas: por eso siempre veréis al menos una butaca vacía.