Cortó dos orejas del último toro y salió triunfador de la tarde, compartiendo la foto de la Puerta Grande con Roca Rey y Juan Ortega
ENRIQUE SOLER. Almería
El totanero Jorge Martínez ha tomado la alternativa en la plaza de Almería. El diestro Juan Ortega ha sido el encargado de hacerlo matador de toros, actuando como padrino Roca Rey. Ante su primero, fue prendido al intentar ejecutar una chicuelina, después con la franela dejó varias tandas de hondos naturales con mucha enjundia, pero el burel se cobijó en las tablas y poco se pudo hacer. Los aceros le privaron de premio y recibió la ovación del público.
Pero la gloria llegó con su segundo, al que paró con dos verónicas y una media superiores. Muy torero inicio de faena en redondo. Bien al natural y cuando volvió a la derecha dibujó una abrochadísima tanda que enardeció al público, cerrando con manoletinas y desplante. Estocada de rápido efecto con gritos de torero. Dos orejas de peso.
A Juan Ortega le tocó un primero muy deslucido que punteaba cada muletazo sin repetir. En su segundo, la faena cogió nivel, sobre todo con la firma de una tanda de naturales que fue memorable. Pinchazo y tendida consiguiendo un trofeo.
Roca Rey en su primero lo bordó con la muleta y concluyó de gran estocada, desorejando a su rival. La faena a su segundo llegó menos al público porque tuvo menos ligazón y más intermitencias no por culpa del peruano que puso calidad a sus muletazos, sino por el toro. Pinchazo y estocada caída. Ovación y saludos.
