El local tenía una orden de cierre, aunque los dueños habían presentado alegaciones. Desde esta asociación no discuten el cierre, pero lamentan que la atención se está desviando a un sector distinto al del incendio
La sala Spectrum llevaba funcionando años en un local con licencia, pero durante la pandemia se vieron obligados a trasladarse a otro local de la misma zona, que también había albergado salas de conciertos. A causa de ese traslado tuvieron que pedir una licencia nueva, pero lo que recibieron fue una orden de clausura.
El presidente de la asociación de salas de conciertos de la Región, Isaac Vivero, señala que esta misma semana los dueños de Spectrum habían tenido una reunión en urbanismo alarmados por lo sucedido en Atalayas y, en la misma, les habían comunicado que su caso se resolvería en breve.
Vivero no critica el cierre "si lo han hecho, sus motivos tendrán", pero sí que se haga con todos los medios de comunicación delante centrando el foco de lo sucedido en un sector distinto al de las discotecas.
En su opinión, habrá muchos locales como Spectrum porque los tiempos de la administración local son demasiado lentos y no van acompasados con las necesidades de los empresarios que abren este tipo de establecimientos.
