Una patología que afecta ya al 10% de la población infantil y va en aumento en los últimos años. Veranos más largos y calurosos aumentan el riesgo de contaminación por ozono, un desencadenante de esta enfermedad
Factores ambientales como la contaminación y la sequía pueden aumentar los casos de asma en niños, una patología que afecta ya al 10% de la población infantil y va en aumento en los últimos años, según advierte la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica.
Veranos más largos y calurosos y olas de calor como la prevista esta semana aumentan el riesgo de contaminación por ozono, un desencadenante del asma y de otras enfermedades respiratorias. El 2 de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, una enfermedad multifactorial que no siempre va a asociada a reacciones alérgicas por agentes ambientales. El doctor Sergio Quevedo, miembro de SEICAP, habla de las causas.
Fenómenos como la sequía que afecta a casi todas las cuencas de la península influyen directamente en un empeoramiento de la calidad del aire, especialmente en las grandes ciudades. El aire estancado facilita la extensión de problemas respiratorios y alergias que, además, van en aumento en los últimos años.
La buena noticia es que un paciente con asma puede llevar una vida totalmente normal si recibe el tratamiento adecuado.
