Las precipitaciones consiguen retrasar la declaración de sequía, aunque habrá que observar la evolución de los datos durante el verano
Los embalses de la cuenca del Segura registran un aumento de 18 hectómetros cúbicos tras las últimas lluvias y consiguen retrasar temporalmente la declaración de sequía. El presidente de la Confederación Hidrográfica advierte no obstante que habrá que seguir atentos este verano.
La red de pluviómetros del organismo de cuenca ha constatado una media de 110 litros por metro cuadrado, lo que convierte a mayo en el más lluvioso de los últimos diez años.
En lo que va de año hidrológico, el volumen de lluvia medio registrado es de 203 litros por metro cuadrado. Aunque este agua aleje de momento la declaración de sequía habrá que esperar a la evolución de los datos durante los meses de agosto y septiembre. Así lo ha dicho el presidente del organismo de cuenca, Mario Urrea.
Las lluvias de estos días no han causado graves incidencias en el dominio público hidráulico de la cuenca ni en las infraestructuras. La Confederación Hidrográfica constata también la eficacia de los sistemas de retención, entre ellos los diques de las ramblas de la Sierra Minera que desembocan en el Mar Menor. Urrea dice que toca también estar atentos a las precipitaciones o la falta de ellas en los embalses de cabecera.