Más de la mitad proceden de Ucrania, según los datos del ministerio de Inclusión. Convivir sin Racismo vuelve a alertar sobre el aumento de mensajes racistas por la llegada masiva de inmigrantes
La Región de Murcia acoge cerca de 1.300 refugiados internacionales y temporales, más de la mitad procedentes de Ucrania, según los últimos datos oficiales del ministerio de Inclusión. Es precisamente el estatus lo que diferencia a estos inmigrantes de los subsaharianos que están llegando procedentes de Canarias. La ong Convivir sin Racismo ha vuelto a alertar sobre el aumento de mensajes racistas que asocian inmigración con inseguridad.
La última cifra corresponde al mes de marzo pero podría haber variado en estos meses. La invasión de Ucrania disparó los datos de la Región de Murcia, como en el resto del país, a casi 1.300 hasta el 23 de marzo. El 52% de ellos cuentan con un estatus de protección temporal, proceden de Ucrania y consiguieron esta condición vía decreto de forma automática. El resto, 429 en total, son solicitantes o beneficiarios de protección internacional. Del total de refugiados 136 son menores de 14 años. Por nacionalidades, Ucrania encabeza la lista, seguida de Venezuela, Mali, Marruecos, Colombia o Afganistán.
Los inmigrantes subsaharianos que están llegando en las últimas semanas a la península, carecen de la protección internacional pero pueden conseguirla si reúnen los requisitos. En su mayor parte son atendidos a través del programa de Atención Humanitaria de emergencia dirigido a personas vulnerables sin medios económicos, sociales o familiares. El portavoz de la ong Convivir sin Racismo, Juan Guirado, ha vuelto a alertar hoy sobre los mensajes que vinculan inmigración con inseguridad, aludiendo especialmente a las últimas declaraciones del vicepresidente regional, José Ángel Antelo, en las que afirmaba que había que "combatir a las ongs que colaboran con las mafias".
Recuerdan desde Convivir sin Racismo que la Región lleva recibiendo inmigrantes desde hace más de treinta años y nunca ha habido problemas graves de convivencia. Guirado afirma que los políticos tienen una responsabilidad mayor en este sentido, compara la acogida de Ucrania y alaba las políticas de cooperación y solidaridad españolas aunque reconoce que deben mejorar.