Julia Martínez, doctora en Biología, afirma que esta región "no puede ser el supermercado de Europa" a costa de olvidar otros usos del agua y otras necesidades, tanto humanas como del ecosistema que nos rodea
"La Región de Murcia no puede ser el supermercado de Europa". Simplificando mucho, esta sería una de las conclusiones del reciente congreso ibérico sobre gestión del agua, donde se propone una visión de futuro para la supervivencia de la agricultura mediante el "reparto de los costes de la sequía con sensibilidad social y ambiental"
La doctora Julia Martínez, bióloga y directora técnica de la Fundación Nueva Cultura del Agua, forma parte del comité científico del XII Congreso Ibérico sobre Gestión del Agua, celebrado en Murcia hace poco más de dos meses. Por encima del ruido y la confrontación de intereses económicos y políticos, las conclusiones del congreso científico dejan patente el desequilibrio entre la explotación intensiva que practican las grandes empresas, asumiendo todos los beneficios, mientras los costes en contaminación, huella hídrica, paisaje, flora y fauna son asumidos socialmente.
Junto a ello, ausencia de democracia en los organismos implicados en la gestión del agua. Confederaciones Hidrográficas y comunidades de regantes, integradas mayoritariamente por hombres, carecen de perspectiva de género y también de participación ciudadana.
Ahora bien, si el trabajo agrícola se modifica teniendo en cuenta todo esto, seremos menos vulnerables. No es cierto, dice Julia Martínez, que favorecer el cultivo no intensivo perjudique el empleo o la economía. En cambio, frente a un cambio climático que ya está aquí, la investigación puede facilitar nuevas vías de desarrollo a los cultivos tradicionales. Eso sí, es urgente disminuir la carga que supone el regadío intensivo.